Dra. Carina Krasnoff, MD, IBCLC
Médica especialista en Pediatría y Salud Pública (Universidad de Buenos Aires). Docente y Consultora en Lactancia y Contacto Nutritivo. Se graduó en la Universidad de Buenos Aires en 1994. Completó su Residencia y Jefatura de Residentes de Pediatría en el Hospital General de Agudos Dr. Teodoro Álvarez entre 1995 y 2000. Es Consultora Internacional de Lactancia Certificada (IBCLC). Diplomada en Puericultura y Lactancia Materna (Universidad del Aconcagua). Instructora en Masaje Infantil (International Association of Infant Massage). Consultora en Porteo Ergonómico. Docente y disertante en temas referentes a Lactancia Humana, Crianza, Puericultura y Contacto Nutritivo. Es docente titular en la Tecnicatura Universitaria en Puericultura y Crianza de la Universidad Nacional de José C. Paz, en las Universidades de Buenos Aires y del Aconcagua (Mendoza) y Hospitales Nacionales, Centros de Salud y Programas de Educación Médica en Lactancia en Atención Primaria de la Salud, así como en diversas instituciones privadas de Argentina y Latinoamérica. También es miembro del Comité Nacional de Lactancia Materna de la Sociedad Argentina de Pediatría y Revisora de artículos científicos relacionados a lactancia en la Revista Científica de la Sociedad Argentina de Pediatría “Archivos Argentinos de Pediatría» 2022. Miembro del Comité Científico de los Congresos de Lactancia de la Sociedad Argentina de Pediatría. Representante de Argentina y ACLAMA en GOLD Lactation 2023-2027. Dirige el “Curso de Masaje Infantil para Profesionales del Área Perinatal y Pediátrica” en Criar Salud, un espacio educativo-asistencial para familias y profesionales. Su trabajo asistencial se basa en ofrecer a las familias una atención integral, holística y respetuosa en sus procesos de lactancia y crianza. Su misión desde la docencia es generar conciencia en los agentes de salud que asisten a la población perinatal y pediátrica acerca de lo fundante que es el contacto en los procesos primales promoviendo la educación en lactancia desde una mirada de prevención en salud.
Fisiología del contacto: cuando la experiencia del contacto piel a piel prolongado facilita el proceso de lactancia
Sensamos el mundo como amenazante o placentero a través de nuestra piel. Sensaciones como tibieza, calor, frío, luz intensa o tenue, masaje suave o agresivo pueden tanto estimular como inhibir nuestro sistema nervioso autónomo y el sistema oxitocinérgico. Al estar el bebé en contacto piel a piel con su madre, mueve sus manitos para “masajear” el pecho de su madre generando así pulsos de oxitocina (Uvnas-Moberg 2003). Durante el amamantamiento, esa estimulación oxitocínica genera vasodilatación de la piel del pecho y abdomen de su madre, por lo tanto genera tibieza al ocurrir ese contacto por aumento de la temperatura corporal. El contacto de presión moderada que ejerce el cuerpo del bebé sobre el cuerpo de su madre genera un estímulo táctil que desencadena una intensa respuesta vagal asociada. El bebe se calma al amamantar en estrecho contacto con la piel de su madre y ella también siente calma y se relaja. Cada vez más se suman investigaciones en relación al poder del tacto en la liberación de oxitocina y hoy se sabe que todas las modalidades sensoriales (ver, escuchar, saborear, oler y tocar) proveen el imput al sistema oxitocinérgico jugando un rol integral en la regulación biológico-comportamental del nacimiento y la lactancia. Acompañar amorosamente estos encuentros que generan estados de placer y bienestar nos ofrecerá lactancias más prolongadas y familias atentas a las necesidades de sus hijos e hijas.